22 julio 2012

Una aguja en un pajar






Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos
Que no se enfade si no me entiende, ni si yo me entiendo y le mareo
Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer
Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí, pero que tampoco lo dude
Que no me haga sufrir porque sí pero que tampoco me venda amor eterno manoseado.
Alguien que no pueda pasear conmigo por la calle sin cogerme de la mano
Que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel
Que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tengo ganas
Que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez
Que me mire, lo mire y me tiemblen las piernas sin remedio.
Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo los días de resaca
Que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por la mañana
Que no se acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme
Que si mira a otra, luego me guiñe el ojo y se ría de mis celos de hojalata
Y, sobre todo, que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.

Alguien que se parezca a ti, pero no sea como tu.